Decía
el editorialista del ABC que mala costumbre lo de politizar
el cine. Pero sí la subida al 21% de IVA en todo lo relacionado a la cultura
-como es el cine- no tiene que ver con política, apaga y vámonos.
Porque
politizar, según la RAE, es dar
contenido político a acciones que no lo tienen, o inculcar a alguien una
conciencia política.
Pero
en la noche del cine español, nadie inculcó nada a nadie. Simplemente
protestaron por lo que creían que no era justo, por defender aquello de lo que
viven los artistas, independientemente de la ideología o línea política. Porque
no protestaban por el Partido Popular, protestaron por su medida. Si la medida
hubiera sido de otro partido, como seres racionales, la reacción habría sido la
misma,¿ no?
Al
parecer, eso era “la postura de una minoría que actúa con resabios autoritarios”.
Minoría, que en su momento salió a la calle transformada en millones de
personas, no sólo gente de cine, en toda España para protestar por esta medida.
Y quizás por eso lo de “partidismo sectario de unos cuantos
manipuladores”. ¡PARTIDISMO
SECTARIO! Qué miedo dan esas dos palabras juntas, con lo fácil que sería decir opinión, que más o menos viene a ser lo
mismo -de manera más suave- que esas dos palabras que parecen una acusación que dicha en el siglo XV te habría mandado a la
hoguera por bruja.
Pero
aún queda más. Si a los espectadores sólo les "interesa la faceta cultural y social de la fiesta", ¿Por
qué la televisión pública "debe
plantearse seriamente la posibilidad de suprimir la transmisión en directo de
la gala"? Menuda contradicción. Queremos todo y nada a la vez.
Sin
embargo, independientemente de la opinión de unos o de otros, lo más curioso de
este artículo es su fecha. 15 de febrero de 2013, viernes. La gala de los Goya
fue el domingo, día 17.
Al
parecer, tenemos un oráculo entre el periodismo, y nosotros sin enterarnos.
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